A la hora de leer un texto para el curso o la clase es importante entender, clasificar y diferenciar lo que se está leyendo, algo que te permitirá organizar mejor la información en la mente. Dos técnicas muy recomendables son el skimming y el scanning, dos formas de lectura que permiten abarcar con la vista grandes cantidades de texto, una técnica excelente para incorporar información sin tener que ir línea por línea.
Skimming: Se entiende como pasear la vista por encima del texto captando palabras sueltas por aquí y allá. La mejor manera de utilizar este método es leer la primera línea de cada párrafo, únicamente. Al terminar, aunque no tendremos un conocimiento exacto del contenido del texto en nuestra cabeza, incorporaremos un muy buen esquema mental de cómo está dispuesta la información y de cómo podemos abordarla para su aprendizaje.
Scanning: El scanning consiste en pasear la mirada línea tras línea para tener una pequeña noción de lo que está escrito en el texto. El truco está, en elegir diferentes varias palabras clave e ir buscándolas mientras se realiza este proceso. Identifica las 3 palabras clave, por ejemplo, y escaneá el texto con la mirada en busca de las mismas. Cada vez que la veas, subrayalas. Un método muy eficaz.
Lo primero que harás entonces será un skimming general para entender mínimamente de qué se trata lo que estás leyendo y cómo está dispuesta la información para luego hacer un scanning en busca de palabras clave interesantes.