La falta de continuidad en las actividades físicas es muy común en las mujeres. Siempre encuentran razones para justificar el abandono, dicen que el gimnasio es aburrido, que la temperatura no las acompaña para estar al aire libre, que no tienen tiempo, entre otras excusas.
Según un estudio de la empresa Body Systems, especializada en fitness grupal y management de gimnasios, el promedio de rotación de los socios en un club o centro deportivo es altísimo. Seis de cada diez personas que toman la iniciativa de matricularse no superan los tres meses de permanencia.
Si bien sabemos que el ejercicio es salud pura ya que trae numerosos beneficios, ser constante con una disciplina, cuesta. Por esta razón, es fundamental practicar algo que resulte divertido y motivador para no querer faltar nunca, y que pase de ser una obligación a un hobby.
El baile es una excelente opción para estas cosas ya que es un buen ejercicio para un plan de adelgazamiento y a su vez ayuda a fortalecer el sistema muscular, y es aún más considerable al tener en cuenta que es una actividad social divertida y creativa. Bailar cambia el humor y disminuye el estrés, al mismo tiempo que aporta beneficios mentales y emocionales, es por eso que asistiendo a clases de baile es mucho más fácil mantener la disciplina de forma regular.
Los tipos de danza que se pueden practicar en este caso son la salsa, danza del vientre, flamenco, bailes de salón, merengue o danza moderna.
De todas formas, la incitación es un factor primordial para que no se abandone ningún deporte, y eso tiene que ser estimulado desde el lado de los profesionales y personas a cargo de las clases.