Se podría decir que en los tiempos de hoy, la infancia de los chicos y jóvenes es altamente influenciada por la tecnología, lo cual tiene sus ventajas y desventajas.
Si volvemos 15 años atrás, podíamos ver a los niños disfrutar de actividades al aire libre la gran parte del día, salían a la calle a jugar con otros vecinos, andaban en bicicleta, trepaban árboles, jugaban en la pileta, etcétera.
Hoy las cosas son distintas, la cantidad de dispositivos que dan vueltas alrededor de una casa impiden que los chicos puedan entretenerse como en las viejas épocas. Su crianza va acompañada de tablets, videojuegos, celulares y otros aparatos que los mantiene ocupados estén donde estén.
Helen Moylett, presidenta deEarly Education, una fundación que tiene como meta mejorar la calidad de la enseñanza de los niños menores de cinco años, opinó acerca de este fenómeno con las siguientes palabras: “La tecnología puede ser una herramienta útil e interesante si se utiliza en el lugar adecuado para ayudarnos a aprender, y no todo el tiempo ni como reemplazo de otras cosas”. En relación a esto se podría decir que si bien la tecnología sirve para cuestiones académicas o incluso para facilitar múltiples operaciones, todos deberían conocer el límite y saber cuándo usarla y cuándo no, de lo contrario, la exposición constante a las pantallas podría llevar a la adicción o depresión.
Las nuevas tecnologías están instaladas y seguirán ahí, con lo cual tarde o temprano, los chicos se incorporarán a ellas. Por este motivo es fundamental el rol de los padres, ya que deben enseñarles a sus hijos el uso racional y responsable de la tecnología. Esto puede realizarse poniendo horarios para que no haya abuso de la computadora ni de cualquier dispositivo móvil, e incentivándolos a realizar actividad física y al aire libre.